lunes, 27 de julio de 2015

La gallina y el huevo de la consciencia

Sobre los objetos de la ética, no la moral como objeto de estudio de esta disciplina, sino sobre los objetos de aplicación de normas, valores, principios, sistemas, leyes o lo que se quiera hacer de la moral. Sobre estos objetos, cómo saber si se tiene validez. Quiero decir, cómo puedo hacer a otros partícipes de mi moral, esperar que cumplan con lo que establezco para ellos como objeto, como Otro, si es bastante obvio que ni somos iguales ni la moral puede establecerse como algo objetivo, universal.

En la moral puedes saber qué esperas de tí con respecto a lo Otro, personas, animales, instituciones, medio ambiente... pero no puedes establecer esos principios para los demás. Lo más cercano, y desde luego lo más lejos que se puede llegar de camino a la objetividad es la intersubjetividad. Hasta ahí llega el límite en el que puedes contar como objeto a una persona, y con respecto a un Otro común, incluyendo a las dos partes, es lo más cercano a lo objetivo.

Incluso cuando te tratas a tí como objeto en realidad te tratas como objeto en cuanto que eres un Otro para el Otro, pues tú y tú mismo sois uno y sólo te tienes como no-Otro en tanto que hay Otro. Es decir, tú como sujeto sólo puedes tomarte en tanto que hay Otro, sujeto como Otro propio. El Otro fundamenta tu Yo y con el Yo fundamentas el Otro, es un círculo vicioso que viene a afirmar lo que hay que dar previamente por afirmado, que hay Otro y hay Yo.

Al menos en una posición extrema podría un ser moral, un ser humano, actuar sin consideración de ningún otro excepto el propio yo, pero no hace falta decir que sería una farsa, pues no puede un hombre, no sé si por una limitación de corte metafísico o gnoseológico, tal vez ambas, o acaso simplemente por constitución física o biológica, tal vez ambas, o incluso tal vez ambas, pero un hombre no puede vivir sin un Otro y no hablo aquí de existentes vivos, sino de todo.

El hombre es incompatible con la nada, el hombre es un ser moral que busca un objeto incluso fuera de su propio Yo y en su propio Yo, busca hacerse su propio Otro o tal vez su Otro-Yo.

El problema que me queda ahora entre los dientes es saber qué se da antes, si el Otro o el Yo, porque aunque sólo te puedas tomar como Yo en tanto que hay Otro ¿cómo saber que hay Otro si no hay ya un Yo?

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