martes, 26 de enero de 2016

Intersubjetividad como norma de convivencia

Aceptemos como presupuestos, sin que tampoco sea muy difícil, que no existe algo tal como una moral objetiva y que nuestra moral es subjetiva a nivel individual. Pero, sea por naturaleza sea por otra razón, convivimos con muchos otros individuos. ¿Cómo podemos sacar provecho de la moral? ¿Cómo hacer que sirva de punto común para políticas, leyes o lo que se quiera? No hay más remedio que buscar acuerdos entre partes, subjetivas, para constituir algo medio, aunque más hacia un lado que hacia otro normalmente (y dentro de unos límites de aceptación subjetiva de cada individuo). A este "acuerdo" de morales subjetivas lo llamamos intersubjetividad, pues no es propiamente subjetivo y, recordemos, no hay moral objetiva que se pudiera establecer como "norma justa" a cada situación.

Por ejemplo, se encuentran varias personas durante un viaje y bajo el amparo de la noche uno de ellos roba algo de comida a otro, con tan poca habilidad que es descubierto. El grupo habla sobre qué se debería hacer con él, pues nadie quiere ser robado, así que no pueden tolerar un acto como el que acaba de intentar llevar a cabo. Una persona dice que hay que matarlo, otra persona dice que vigilarlo, otra persona dice que si estaba hambriento hay que perdonarlo, otra que perdonarlo por ser la primera vez. Así que no les queda otra que llegar a un acuerdo, decidiendo finalmente que lo perdonaran esta vez, pero estará vigilado y a la siguiente vez lo matarán.

¿Qué ocurriría si en el grupo hay otra persona que está totalmente convencido de que bajo ningún concepto hay que matarlo? No aceptaría el anterior acuerdo, así que tendrían que cambiar el castigo por reincidencia o no llegaría nunca a estar de acuerdo con el grupo. Pero ¿Y si el que propone matarlo llega a aceptar matarlo por reincidencia, pero no el no matarlo nunca?

Desde luego llegar a un acuerdo es complicado, y aumenta la dificultad cuantas más personas haya y cuanto más diferentes sean sus morales. Así, la intersubjetividad es deseable (en pos de alcanzar un acuerdo), pero no siempre alcanzable.


Pero ¿Por qué es deseable la intersubjetividad? ¿Por qué hay que pactar con otras personas? Porque necesitamos convivir, necesitamos pactar reglas de convivencia con otras personas, tanto a nivel más pequeño y cercano (familia, compañeros de trabajo, vecinos) como a nivel más grande y lejano (nación, empresas, ciudades). La moral se extiende entonces desde lo personal hacia algo más global, necesitando volcarse en otras disciplinas como son la política, pero siempre por un acuerdo que hace pasar de lo subjetivo a lo intersubjetivo (nunca lo objetivo).
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