Si hubiera dos seres omnisapientes, no
se comportarían igual. Cada uno conoce, sabe, interioriza de una
manera. El conocimiento no es el único motor de la moral, aunque la
pone tanto en movimiento como la moral al conocimiento.
El conocimiento, por sí solo, no puede
ser "el bien", el fin de cada uno, la Felicidad, pues aún
siendo esto totalmente subjetivo, hay otras partes que son inherentes
a todo ser humano, como la política.
La política, eso sí que es algo no
sólo inherente y necesario en todo ser humano sino que también un
motor ineludible de camino a la Felicidad, igual que lo es cubrir las
necesidades más básicas inherentes e ineludibles a nuestra
condición de seres vivos.
Además, la política es un modo de
asegurar que estas necesidades se cubran correctamente.
Definitivamente somos, nosotros, nuestra especie, el Hombre, Zoon
Politikón. Con la política somos capaces de ayudarnos unos a otros,
repartir tareas, funciones, intercambiar útiles, ayudarnos,
apoyarnos, enseñarnos, etc. La política es un medio necesario para
mejorar nuestra vida, para colaborar adecuadamente con el objetivo de
cubrir no sólo bien, sino también confortablemente, nuestras
necesidades básicas y dedicar así tiempo a otros asuntos.
Pero tampoco creamos que con sólo la
política basta para la Felicidad. La política es sólo un paso que
cumplir para lo que sigue, un medio para continuar el camino. Pero sí
podemos decir algo, que la moral es, por tanto, indispensable para
nosotros, los humanos, para que encontremos la Felicidad. Y para
desarrollarla bien necesitamos el conocimiento, entre otras cosas, es
decir, la ética.
La moral para todos, el conocimiento
para la moral, la ética para individuos, la política para
sociedades, sociedades compuestas por individuos, individuos morales,
individuos que conocen.
Pero también necesitamos el estudio de
la moral, su conocimiento, la ética y política, para crear y
garantizar un equilibrio respetuosos entre ambos, individuos y
sociedad. Se necesita una herramienta, el Derecho. Y el Derecho se
regular desde el Poder, que debería ser la Constitución, lo que
une, forma, funda y fundamenta el y al Pueblo, la Sociedad, la
Nación. Entonces, hay que estudiar la forma y contenido del Derecho
para garantizar la felicidad individual y colectiva, para todos y
para nadie.
¿Habría que hacer política desde el
primer derecho de la sociedad? Lo que está claro es que la sociedad
se construye en torno a individuos con su propia moral y su propio
conocimiento, con su propia ética, y que estos individuos construyen
la sociedad desde un acuerdo primordial, no reglado al uso, pero que
hace surgir una conformidad entre los individuos. Tal vez se pueda
llamar un Contrato Social, lo que sería un Derecho Primero. Así que
sí, desde ahí se debería hacer política, porque ahí, en el
Contrato Social, ya se está organizando la sociedad. Desde ahí se
hará política y con ella cambiará el derecho, cambiará la
sociedad, cambiarán los individuos, cambiarán las éticas,
cambiarán las morales.
Pero sabemos que sólo el estudio no
sirve, pues mientras estudiamos un problema, llega el momento
ineludible de la decisión y ¿qué hacer si el problema y la
decisión que conlleva no se pueden retrasar? ¿A qué hacemos caso
entonces?
Mientras no podemos contar con la moral
tenemos que confiar en algo peligroso, la emoción, que está
profundamente enraizada en nuestra parte animal, instintiva,
a-racional. Es entonces deseable que la emoción esté construida
socialmente para "el bien", es necesaria entonces la
Educación.
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