¿Hay algo bello? ¿Qué es belleza?
¿Una propiedad del objeto? ¿Es entonces algo objetivo? Las cosas no
tienen rasgos, lo que llamamos así es simplemente una abstracción
que nombramos. Lo que llamamos belleza se capta con distintos
sentidos como el oído o la vista, pero también se puede percibir
belleza en nuestra propia imaginación o incluso en la actividad de
otra persona o ser vivo, ya sea una actividad deportiva o la más
simple de las acciones derivadas de una decisión moral.
La belleza, entonces, no es una
propiedad, es un adjetivo al que damos nombre por comparación con
otros adjetivos. Esto depende no sólo ya de aquello que nombramos
bello, si no también de quién lo nombra, pues la comparación se
dará de distinta manera en distintos sujetos, así como puede ser
bella la muerte de una madre para salvar a su hijo para unos y no
serlo para otros.
No hay unas reglas que delimiten qué
puede ser bello y cómo serlo, igual que un animal puede ser
considerado veloz para nosotros, pero no otro. Por ejemplo, no
consideramos veloz a una tortuga y si a un guepardo porque los
comparamos con nosotros. La belleza es algo más difícil de
determinar que lo anterior pero funciona igual, decimos que algo es
bello si nos transmite cierta sensación que otra cosa no.
Asumimos como característica de algo
la belleza si es que hay cierto convenio en que tal cosa nos produce
la sensación de belleza, pero desde luego no se la causa a todos, o
no tiene porqué. Lo bello para uno puede serlo para todos, pero
puede no serlo para nadie más que para él y en ese caso no se
acepta que ese objeto de su belleza sea bello, cuando si la belleza
fuese una propiedad sólo podría sentirse en aquello que la tenga y
no podría no sentirse en ello a no ser que hubiese cierta
discapacidad como la que tienen los ciegos para ver. Pero en tal caso
debería ir asociado a cierto sentido o aceptar que quien no capta la
belleza está discapacitado en todos los sentidos posibles con los
que captar el objeto, incluyendo las capacidades para juzgar
actividades de todo tipo.
Así es que la belleza no se puede
encontrar más que fuera de lo bello, y es, por tanto, un mero
convenio del lenguaje. Es algo totalmente subjetivo al nivel más
radical posible y por tanto es algo absurdo el tratar de crear reglas
a su alrededor, tratar de estudiarla o crear conceptos a su alrededor
tales como el gusto o tratar de definir el arte como algo más que
técnica acorde a ciertas reglas predefinidas.
El buen gusto, lo verdaderamente bello,
la belleza del arte, la estética. Todas estas cosas no tienen
sentido alguno, son abominaciones creadas por nuestra razón que
únicamente tratan sobre algo intratable. Preguntarse por ellas tiene
tan poco sentido como preguntarse a qué sabe el olor, a qué huelen
los sonidos o qué forma tiene el dolor.
La belleza no existe, es sólo una
palabra y podemos usarla para referir lo que queramos, pues no somos
iguales, cada uno percibe el mundo de una manera así que puede
encontrar distintas sensaciones a otra persona. Es porque los humanos
no estamos limitados por los sentidos del cuerpo y podemos percibir
más allá de ellos que podamos tener tal variedad de sensaciones, y
ninguna de ellas está en el objeto de sensación de por sí. Los
sentidos son sólo una manera de percibir, que podemos usar como
herramienta básica o como catalizador y encontrar algo más que no
es "lo visible", lo "audible", etc. Leed, pues,
esta entrada y daos cuenta que no podeis simplemente percibir
visualmente un conjunto de símbolos, siendo éso lo único que hay
en la pantalla.
Concluyo que hay muchos tipos de belleza, muchos conceptos para ella y que "belleza" es sólo otro concepto más, un concepto para gobernarlos a todos. Un concepto para encontrarlos, un concepto para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la tierra del dogma donde se extienden los sinsentidos. Es un concepto que debe ser destruido.
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