lunes, 7 de septiembre de 2015

Moral: del conocimiento a la educación

Si hubiera dos seres omnisapientes, no se comportarían igual. Cada uno conoce, sabe, interioriza de una manera. El conocimiento no es el único motor de la moral, aunque la pone tanto en movimiento como la moral al conocimiento.

El conocimiento, por sí solo, no puede ser "el bien", el fin de cada uno, la Felicidad, pues aún siendo esto totalmente subjetivo, hay otras partes que son inherentes a todo ser humano, como la política.

La política, eso sí que es algo no sólo inherente y necesario en todo ser humano sino que también un motor ineludible de camino a la Felicidad, igual que lo es cubrir las necesidades más básicas inherentes e ineludibles a nuestra condición de seres vivos.

Además, la política es un modo de asegurar que estas necesidades se cubran correctamente. Definitivamente somos, nosotros, nuestra especie, el Hombre, Zoon Politikón. Con la política somos capaces de ayudarnos unos a otros, repartir tareas, funciones, intercambiar útiles, ayudarnos, apoyarnos, enseñarnos, etc. La política es un medio necesario para mejorar nuestra vida, para colaborar adecuadamente con el objetivo de cubrir no sólo bien, sino también confortablemente, nuestras necesidades básicas y dedicar así tiempo a otros asuntos.

Pero tampoco creamos que con sólo la política basta para la Felicidad. La política es sólo un paso que cumplir para lo que sigue, un medio para continuar el camino. Pero sí podemos decir algo, que la moral es, por tanto, indispensable para nosotros, los humanos, para que encontremos la Felicidad. Y para desarrollarla bien necesitamos el conocimiento, entre otras cosas, es decir, la ética.

La moral para todos, el conocimiento para la moral, la ética para individuos, la política para sociedades, sociedades compuestas por individuos, individuos morales, individuos que conocen.

Pero también necesitamos el estudio de la moral, su conocimiento, la ética y política, para crear y garantizar un equilibrio respetuosos entre ambos, individuos y sociedad. Se necesita una herramienta, el Derecho. Y el Derecho se regular desde el Poder, que debería ser la Constitución, lo que une, forma, funda y fundamenta el y al Pueblo, la Sociedad, la Nación. Entonces, hay que estudiar la forma y contenido del Derecho para garantizar la felicidad individual y colectiva, para todos y para nadie.

¿Habría que hacer política desde el primer derecho de la sociedad? Lo que está claro es que la sociedad se construye en torno a individuos con su propia moral y su propio conocimiento, con su propia ética, y que estos individuos construyen la sociedad desde un acuerdo primordial, no reglado al uso, pero que hace surgir una conformidad entre los individuos. Tal vez se pueda llamar un Contrato Social, lo que sería un Derecho Primero. Así que sí, desde ahí se debería hacer política, porque ahí, en el Contrato Social, ya se está organizando la sociedad. Desde ahí se hará política y con ella cambiará el derecho, cambiará la sociedad, cambiarán los individuos, cambiarán las éticas, cambiarán las morales.

Pero sabemos que sólo el estudio no sirve, pues mientras estudiamos un problema, llega el momento ineludible de la decisión y ¿qué hacer si el problema y la decisión que conlleva no se pueden retrasar? ¿A qué hacemos caso entonces?

Mientras no podemos contar con la moral tenemos que confiar en algo peligroso, la emoción, que está profundamente enraizada en nuestra parte animal, instintiva, a-racional. Es entonces deseable que la emoción esté construida socialmente para "el bien", es necesaria entonces la Educación.

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