domingo, 12 de julio de 2015

Ateísmo: 7 reflexiones

¿Qué es el ateísmo? Hay muchas personas que se declaran ateos por no seguir una religión, otros por no preocuparle la existencia o no de algo así, otros por rechazar una religión en concreto... En fin, hay mucho jaleo en torno a la palabra "ateo" que incluyen a no religiosos, agnósticos, no espirituales y una multitud de personas que parecen no tener nada en común. Bueno, la definición estándar diría algo así como "ateo es aquel que niega la existencia de algún dios". Yo voy a tratar de dibujar el concepto de ateísmo con algunas reflexiones. Entonces paso a ¿qué es el ateísmo para mí? Pero lo importante es ¿qué es para vosotros?

1.-La voluntad:
Para ser ateo, como para ser cristiano, budista, filósofo o fan del Barça, hace falta tu decisión interna, una posición, mover tu vida con un rumbo. Hace falta tu propia voluntad, así que dentro del ateísmo no podríamos incluir a niños que aún no han sido adoctrinados o convencidos por nadie, que aún no han decidido, aunque sea por dejarse arrastrar o por estupidez, la fe de ninguna de las maneras. Para ser ateo debes elegir ser ateo por propia voluntad.

2.-La fe:
Para ser ateo debes rechazar la fe en algún dios. No sirve pensar que es más probable que no exista o que aunque exista pasas de su existencia para centrarte en la tuya. Para ser ateo hay que declarar totalmente convencido que no hay dios alguno, no vale excusarse en que no puede demostrarse la no-existencia, hay que declarar que no hay posibilidad alguna de la existencia de algo así aunque no pueda probarse empírica o racionalmente o de cualquier otra manera ni su existencia ni su no-existencia.

3.-Lo sobrenatural:
Igualmente, la postura anterior nos lleva a que para ser ateo no se puede creer en dragones, hadas, unicornios o teteras voladoras. Para ser ateo hay que rechazar la creencia en lo ridículo, rechazar los mitos, supersticiones y leyendas tanto de corte religioso como de corte simplemente fantástico.

4.-El Algo:
Hay mucha gente que dice no creer en un dios, pero que cree que hay un Algo, una fuerza más allá de nuestra comprensión que quizás sea un destino, quizás las leyes físicas, quizás un observador... depende de la persona le atribuyen unas cualidades u otras, algunas más sobrenaturales (la mayoría) y otras más normales. Pero para ser ateo hay que rechazar la creencia en Algo también, si sientes la necesidad de que exista Algo, aunque sea en momentos de crisis e incluso así pienses que es una tontería, entonces no eres ateo. Destino, suerte, fuerzas desconocidas... hay que rechazarlo todo.

5.-La religión:
El ateo no sólo rechaza la creencia personal en un dios, lo sobrenatural o en Algo. El ateo rechaza la creencia en religiones, no sólo como portadoras de un mensaje teísta, también como instrumentos que mueven tu vida. El ateo construye su propia moral, sin depender de ninguna organización, aunque esta no presente ningún dios al que adorar.

6.-La muerte:
La muerte no es excusa para un ateo. Puedes aceptarla de buena gana o de mala, pero el ateo la acepta, se sabe mortal. Encontrar una excusa para reconfortarse no es cosa del ateísmo, ya sea vida tras la muerte en otro lugar o en otro cuerpo, como en la reencarnación. Pero tampoco sirve eso del "polvo eres y en polvo te convertirás", digo... "átomos eres y en átomos te convertirás". Lo que quiero decir es que aquello de buscar una especie de no-final para tu existencia es inaceptable para ser ateo. El ateo acepta que su existencia acaba con su muerte, aunque perduren su polvo, sus átomos, sus genes, sus proezas o lo que quiera decir cada uno.

7.-La acción:
El ateo no sólo sigue lo anterior y deja que los demás hagan lo que quieran, que crean o no en dioses, el ateo no sólo está convencido de la inexistencia de un dios, sino que rechaza totalmente la creencia en ello. Es decir, que no contempla como válidas las creencias en ello de los demás, rechaza totalmente la fe y la ataca. Un ateo nunca diría "yo no creo en un dios, los demás que elijan ellos, a mí me da igual", un ateo desearía que nadie creyera en nada, optaría siempre por la extinción total de cualquier opción de fe o posibilidad de ella. Un ateo nunca respetaría las creencias de los demás, porque un ateo no las quiere para él ni para nadie.


Entonces, qué es ser ateo para mí, pues el rechazo total a la creencia y a su posibilidad y vivir conforme a ello. Si de verdad eres ateo, querido lector, rechazarás totalmente mi definición y reflexionarás sobre ello para encontrar la tuya propia, que no tiene necesariamente que ser diferente. Los ateos somos subjetivos, pero no estamos perdidos y solos. Podemos vernos siempre ahí, en la intersubjetividad.

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